Uso de electrolitos en caballos de trabajo
Jimena Segura
Los caballos de trabajo en regiones tropicales están sometidos a condiciones ambientales y físicas exigentes. En climas calurosos, y durante largas jornadas, estos animales sudan de forma abundante, lo que conlleva no solo la pérdida de agua, sino también de minerales esenciales conocidos como electrolitos. Cuando no se reponen adecuadamente, se compromete tanto su rendimiento como su salud, y en casos graves puede haber consecuencias serias como agotamiento, deshidratación o incluso colapso.
Los electrolitos son minerales disueltos en los líquidos del cuerpo que cumplen funciones fundamentales para la vida. Entre los más importantes están el sodio, el potasio, el cloruro, el calcio y el magnesio. Estos minerales ayudan a mantener el equilibrio de los fluidos en el cuerpo, regulan las contracciones musculares, la transmisión nerviosa y el ritmo cardíaco. En caballos que trabajan bajo el sol o que se enfrentan a actividades prolongadas, las pérdidas de sudor pueden ser tan altas como 10 a 15 litros por hora de ejercicio intenso, lo que implica una pérdida significativa de estos minerales vitales (Harris, 2008).
La suplementación con electrolitos es necesaria cuando el caballo ha sudado abundantemente o cuando se anticipa que lo hará, como en días calurosos, trabajos intensos o traslados largos. No se trata de un suplemento que se deba administrar de forma rutinaria o sin criterio. Un error común es usarlos como “refuerzo” sin considerar si el caballo realmente los necesita. Si el animal no ha sudado ni está deshidratado, su uso no solo es innecesario, sino que podría alterar el equilibrio de su organismo.
Los electrolitos se pueden administrar de diferentes maneras: disueltos en el agua de bebida, mezclados con el concentrado o incluso directamente en la boca con una jeringa dosificadora. Lo esencial es que, si se suministran, el caballo tenga acceso libre a agua fresca y limpia. De lo contrario, la suplementación puede empeorar la deshidratación en lugar de mejorarla. Como señala McKenzie (2011), el uso indiscriminado de electrolitos, especialmente si no hay agua disponible, puede ser contraproducente.
Figura 1. Hidratación y electrolitos para caballos. Recuperado de Álvarez.
En los caballos de trabajo, es buena práctica implementar un plan de hidratación que comience antes del esfuerzo, continúe durante las pausas del día y finalice al cierre de la jornada. También es importante observar al animal: encías secas, sudor excesivo, fatiga inusual o piel que no vuelve a su lugar al pellizcarla pueden ser señales de deshidratación. Los electrolitos son una herramienta útil, pero no reemplazan el agua, el descanso, la sombra ni el acceso a alimento adecuado.
El uso correcto de electrolitos, especialmente en animales que trabajan en condiciones climáticas adversas, puede marcar una gran diferencia en su bienestar y rendimiento. Sin embargo, debe hacerse con conocimiento, observación y siempre con agua disponible. Usarlos bien es una muestra de responsabilidad y de respeto hacia el esfuerzo que hacen los caballos por los humanos cada día.
Figura 2. Deshidratación en caballos. Recuperado de Equestre.
Referencias
Harris, P. A. (2008). Feeding the endurance horse. Equine Veterinary Education, 20(3), 126–134.
McKenzie, E. C. (2011). Electrolyte supplementation for horses. Oregon State University Extension Service.
Miller, D. (2013). Fluids and Electrolytes. The Horse. Recuperado de https://thehorse.com/
Alvarez. Hidratación y electrolitos para caballos. Blog de hipica Álvarez. https://www.a-alvarez.com/blog/hipica/cuidados-del-caballo/hidratacion-y-electrolitos
Bolger, C. (2022). ¿Sabrías identificar y actuar ante la deshidratación de tu caballo? Equestre. Recuperado de https://www.ecuestre.es/app/caballo/salud/sabrias-identificar-y-actuar-ante-la-deshidratacion-de-tu-caballo